Alcaraz es una localidad situada a 81 km de distancia por carretera desde Albacete. Actualmente cuenta con una población de en torno a 1.300 habitantes. Alcaraz ha tenido un papel muy destacado en la historia. Todas las civilizaciones que han pasado por la Península han dejado su impronta en esta localidad. Si bien, fueron los musulmanes los que dejaron un mayor legado, desde su nombre “Alcaraz”, que significa lo consagrado o el cerezo, el Castillo, que fue el antiguo paso hacia los Reinos de Granada y, sobre todo, el arte de confeccionar las alfombras, que llevan el mismo nombre que la ciudad “Las alfombras de Alcaraz de Nudo Español”, y que en la actualidad se siguen confeccionando, siguiendo la tradición de antaño.
La importancia medieval de la ciudad justifica sobradamente la leyenda que ostenta en su escudo: “Cabeza de Extremadura y Llave de toda España”. La localidad fue declarada en 1979 Conjunto Histórico por la amplitud de sus valores patrimoniales, entre los que destacan la Plaza Mayor, la Torre del Tardón y la Iglesia de la Trinidad y su Torre. Hoy Alcaraz es uno de los municipios con mayores recursos turísticos de la provincia.
Alcaraz destaca por lo abundante de su patrimonio. El turista no puede perderse la Plaza Mayor, principal seña de identidad de Alcaraz, junto con sus dos torres de la Trinidad y la Torre del Tardón. La Iglesia de Trinidad (imprescindible su retablo mayor con pinturas del pintor renacentista Juan de Borgoña), la Iglesia de San Miguel, los restos del Castillo de Alcaraz, la Puerta del Alhorí (primer trabajo acreditado del famoso arquitecto de la localidad Andrés de Vandelvira), la Calle Mayor y el Convento de San Francisco son algunos de los lugares a visitar. Interesante también la exposición dedicada a la realización artesanal de alfombras ubicada en la Oficina de Turismo, junto a la plaza. Si visitas Alcaraz no olvides pasarte por el Santuario de Cortes, uno de los Centros de Peregrinación más importantes de la península, localizado a 7 km del municipio.
Alcaraz también ofrece al visitante rutas de senderismo en plena naturaleza. Ejemplo de ello es la Microrreserva La Molata y Los Batanes y la famosa Vía Verde, una antigua línea ferroviaria con recorrido Baeza-Utiel que nunca llegó a utilizarse y ha sido reconvertida en vía verde. En la actualidad cuenta con una longitud de 106 km desde Alcaraz a Albacete.
Son muchas y diversas las celebraciones y fiestas que se realizan en Alcaraz a lo largo del año. Las citas más importantes a las que podemos asistir son las siguientes:
Andrés de Vandelvira fue uno de los mayores arquitectos del renacimiento en la España del siglo XVI. Su obra, reconocida internacionalmente, constituye uno de los mayores exponentes del renacimiento español, siendo un artista de calidad excepcional a la altura de los mayores maestros de la historia de la arquitectura.
Nació en Alcaraz en 1505 y con apenas 18 años comenzó a trabajar y a formarse en la cantera de su propia ciudad. Seguramente estuvo muy influido en sus primeros años por la elevada actividad constructiva que se vivió en Alcaraz, su localidad natal, que se transformó en una gran cantidad de obras tanto del Concejo Municipal, como de la Iglesia y aristocracia local.
Vandelvira está considerado como uno de los mayores exponentes del Manierismo, un estilo artístico derivado del renacimiento. Sus increíbles obras no dejan indiferente a nadie, encontrándose la mayoría de estas construcciones monumentales en las ciudades de Úbeda y Baeza. En su obra realizada en Alcaraz, aparte de los trabajos realizados en sus años juveniles, hay que señalar su intervención en la “Capilla de San Francisco”, en reparaciones efectuadas en el acueducto, la “Torre del Reloj” llamada coloquialmente de “El Tardón”, y la Puerta del Alhorí, o de la Aduana, la obra más importante de estilo plateresco en toda la provincia de Albacete.
Juan de Borgoña (1470 - Toledo, 1536) ha sido reconocido por los historiadores del arte como uno de los grandes artistas de nuestro país en el tránsito del siglo XV al XVI. Su prestigio se consolida a la sombra del mecenazgo ejercido por la diócesis toledana, a la que pertenecía Alcaraz en aquel momento.
El hallazgo de la presencia de Juan de Borgoña como maestro en la pequeña ciudad albaceteña de Alcaraz, en un territorio tan alejado de la influencia de la Catedral Primada, ha sido uno de los acontecimientos artísticos más relevante de la última década. Se sabía desde tiempo antes que en los primeros años del siglo XVI (1502-1505) se realizaron unos pagos al pintor Juan de Borgoña, como abono para la realización de este retablo mayor, pero era evidente que las ocho pinturas que se podían contemplar hasta entonces no se correspondían en absoluto con su estilo, sino más bien con obras barrocas del siglo XVIII, basadas en modelos proporcionados por conocidos grabados y, en cualquier caso, de una bastante discreta calidad artística. Tras la realización de los trabajos de restauración se ha podido constatar que las obras contratadas por Borgoña estaban conservadas debajo de estas pinturas barrocas, recuperándose totalmente.
La temática de las ocho tablas que forman parte del retablo de la
Iglesia de Trinidad son: “La Anunciación”, “El Nacimiento de Jesús”, “La Epifanía (Día de Reyes)”, “La Presentación en el Templo”, “La Huida a Egipto”, “Jesús entre los doctores de la iglesia”, “El Llanto sobre el Cristo Muerto” y la “Misa de San Gregorio”.
Los árabes trajeron a la Península la milenaria técnica del anudado artesanal de alfombras. Durante este período y hasta el s. XVII, la producción de alfombras en Alcaraz fue muy importante, y tener una de sus alfombras, que eran consideradas las mejores de toda Castilla, era símbolo de prestigio social. Las alfombras de Alcaraz eran auténticas obras de arte, de una belleza plástica, riqueza y composición de colorido muy especial, junto con una técnica muy detallada en su elaboración: el nudo español.
Durante el período de mayor esplendor de la Ciudad de Alcaraz las alfombras, además de ser una riqueza mercantil de primer orden, también eran utilizadas por el Concejo de Alcaraz para obsequiar a Reyes, grandes señores y personalidades influyentes. Hacia 1920, el aumento por el afán del coleccionismo y la magnífica estimación de estas alfombras, hicieron que el comercio de antigüedades se dedicara a buscar y adquirir estas alfombras, lo que hizo que se exportaran del país muchos ejemplares de gran calidad y antigüedad. Esto llevó a que grandes coleccionistas y museos extranjeros adquirieran apresuradamente alfombras españolas.
Francisco Ríos González, alias "El Pernales" (Estepa, 23 de julio de 1879 - Villaverde de Guadalimar, 31 de agosto de 1907), fue el último bandolero andaluz y cobró fama a principios del siglo XX. La reciente tradición y el folklore popular albacetense de los años 1970 lo describen como un “bandolero bueno”, creándole incluso un famoso romance, aunque muy alejado de la realidad.
Su figura está unida a la localidad de Alcaraz únicamente por las circunstancias de su muerte. Ante el acoso de la Guardia Civil, el Pernales, junto a su compañero El Niño del Arahal, intentaron huir a Valencia y embarcarse con destino a América, para lo cual, decide salir de Andalucía por las sierras de Cazorla, Segura y Alcaraz. En agosto de 1907, en las inmediaciones de la localidad de Villaverde de Guadalimar el Pernales es reconocido y denunciado a la Guardia Civil. El 31 de agosto de 1907 en el paraje del arroyo del Tejo, cerca de esta población, en lo más profundo de la sierra de Alcaraz, ambos bandoleros fueron sorprendidos y tras un tiroteo cayeron los dos bandidos muertos a tiros. Los cuerpos sin vida de ambos son llevados a Bienservida y posteriormente a Alcaraz, donde se inicia el correspondiente proceso judicial. Ambos son enterrados en el cementerio municipal de Alcaraz, y todavía hoy se puede ver su tumba, en uno de los muros de dicho cementerio, en el antiguo castillo. Hay una tradición en Alcaraz que dice que su tumba siempre se encuentra con flores.
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