El Bonillo es un municipio situado a 69 km de Albacete. Actualmente cuenta con una población de en torno a 2700 habitantes. El término municipal de El Bonillo, en época medieval, tenía infinidad de núcleos poblacionales (como demuestran las iglesias y ermitas que hay o había) distando poco entre sí, aunque los más importantes eran la aldea de Sotuélamos, San Miguel de Susaña y Santa Catalina (cerca de las Salinas de Pinilla). Estas, a caballo entre los siglos XII y XIII, se unieron en Cerro Bueno formando lo que hoy es El Bonillo, en el sitio donde se encontraba una pequeña iglesia de estilo gótico.
Poco después del año 1500 se le concede la independencia de la ciudad de Alcaraz. El 27 de noviembre de 1532 la Emperatriz Isabel le concede facultad para sentenciar sus propias causas civiles. La misma Emperatriz Isabel el 11 de enero de 1534 le concedía la propiedad de la Dehesa Nueva. Posteriormente, el Emperador Carlos I de España y V de Alemania le concede el título de Villa y dotándole de jurisdicción civil y criminal, incluyendo horca y picota. Esta picota es el rollo-picota, hoy conocido como Rollo de San Cristóbal, donde se ajusticiaba y exponía a los reos a la vergüenza pública. Felipe II ratificó la concesión otorgada por Carlos I y le amplió la jurisdicción.
El Bonillo ofrece a sus visitantes una Ruta sobre su Casco Antiguo, declarado conjunto histórico/artístico, donde podrán observar la Plaza Mayor, de estilo renacentista, la Cruz del Santísimo Cristo de los Milagros, el Ayuntamiento, la Iglesia de Santa Catalina y el Rollo o Picota. Si El Bonillo tiene alicientes para visitarlo, su museo parroquial posee una pintura del Greco, "Cristo abrazado a la Cruz", un cuadro para acercarnos a él y contemplar sin prisas este. También es importante la Ermita de la Purísima Concepción.
A nivel cultural, es especialmente importante su
Semana Santa, declarada de Interés Turístico Regional, y su
Feria de Tradiciones y Artesanía.
A nivel deportivo, el
Campo de Golf la Lagunilla y senderismo por la
Zona Esteparia del Bonillo son populares entre los visitantes. El Bonillo también está incluido en las
Ruta del Renacimiento
y
Ruta de El Quijote.
Las principales fiestas que El Bonillo realiza a lo largo del año son las siguientes:
En el museo parroquial de la iglesia de Santa Catalina de El Bonillo se encuentra una de las obras más importantes de la provincia de Albacete, "El Cristo abrazado a la Cruz" de Domenico Theotocopuli, “El Greco” (1541-1614).
El lienzo representa a Cristo en pie, con gran templanza, sobre un fondo atormentado, con túnica roja y manto azul, con marcados plegados en juegos de claroscuro, quien abraza la Cruz con manos alargadas de gran belleza, que parecen acariciarla. En la cabeza lleva una dura corona de grandes espinas, mientras la mirada se pierde hacia los cielos en aceptación plena de la voluntad del Padre.
La obra presenta las características propias de las obras del artista, figuras alargadas, pinceladas ligeras, colores contrastados, expresiones profundas, la aureola cuadrada, un ligero amaneramiento en las figuras, y si no fuera suficiente para su atribución, encontramos la doble firma del autor, una en latín y otra en griego. Según los autores que lo han estudiado, la obra corresponde a la etapa más brillante del artista entre 1590 a 1596.
En el Cerro de San Cristóbal se encuentra el Rollo o Picota de El Bonillo. Erguido en el año 1538, representa el derecho y la jurisdicción de la Villa para impartir justicia, privilegio incluido en la concesión del título de villazgo por parte del emperador Carlos I de España y V de Alemania. Posteriormente, Felipe II confirmó los privilegios concedidos a este municipio. En él se exponía a los reos a la vergüenza pública, desde donde eran apedreados, insultados y humillados por sus propios vecinos. También fue utilizado para colgar a los presos condenados a muerte y exponer los miembros mutilados de los ejecutados.
Está construido en piedra con forma cilíndrica. Su altura es de cinco metros y se le calcula un peso aproximado de 6.200 kg. El monumento en sí, consiste en una columna circular de piedra de fuste liso rematada en una sencilla moldura coronada por una punta cónica, todo ello apoyado en un basamento formado cuatro escalones circulares. En la parte superior del fuste se aprecian cuatro agujeros que en su día estarían ocupados por cuatro salientes brazos seguramente de hierro que lanzarían a los cuatro vientos el mensaje jurisdiccional.
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